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Los problemas recientes en varias ejecuciones en Estados Unidos han reabierto un debate nacional la aplicación de la pena de muerte. Las noticias sobre el sufrimiento de los condenados a muerte en sus últimos instantes de vida han escandalizado a la sociedad estadounidense y a medio mundo.

Estas dificultades llegan en un momento en el que la pena capital vive horas bajas. A las críticas habituales, se suman ahora las dudas sobre la capacidad de las cárceles de llevar a cabo los ajusticiamientos de una forma no cruel. Con la inyección letal, se creía haber alcanzado una forma indolora de ejecución, pero los últimos casos muestran lo contrario. Cuando los datos sobre su uso y popularidad son los más bajos en cuatro décadas y cada vez más estados la han abolido, ¿asiste Estados Unidos a la muerte de la pena capital?
 

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